Casi lloro la vez que a mi hijo le puse una mano encima... fue una palmada en la parte posterior del muslo... Fuerte, seca... miro para atrás y siento que se la merecía, pero no dejo de arrepentirme por haber llegado a los golpes en mi relación con él...No niego que luego de esa vez le he puesto sus buenos "paipasos" porque para qué vamos a decir una cosa por otra... es más porfiado que su propio padre y con una dosis de orgullo que se las encargo... Sin embargo, estoy convencido que de ese modo no aprendió nada bueno... y que la única forma óptima de enseñar es con amor...
Pero parece que en Chile esto no es la regla general... Leyendo la prensa, algunos días atrás, me encontré con que 3 de cada 4 niños son agredidos de una u otra forma... Es decir, el maltrato infantil es pan de cada día...
Así lo dió a conocer la Unicef al mostrar un estudio, en el cual quedaba reflejada la triste realidad que viven miles de menores que sólo conocen la violencia como medio para resolver los problemas...
Lo grave de esto -me pareció- fue la visión que se notó tras las palabras de la directora del SENAME al decir que Chile ha tenido avances a pesar de los altos índices de maltrato infantil... Lo que no me cuajó, fue el simple hecho de ver los números... que el 75% de los niños sufran maltrato no me suena a avance... O sea, qué clase de animales éramos hace una década atrás???
Siento que el tema pasa mucho por nuestra indiosincracia, nuevamente... somos una sociedad donde ser abusivo con los pequeños es la regla general... He visto cómo son desplazados agresivamente en el metro... cómo son tratados en las micros (yo mismo lo viví aunque hace hartos años atrás). En general... los adultos abusamos de nuestra fuerza frente a seres que no pueden rivalizarnos... Disculpen que lo diga, pero una costumbre más cercana a los monos que a los seres humanos y en Chile parece que es digna de elogio entre ciertos patanes (la mayoría parece), pues se repite una y otra vez...
En rigor, la llave está en tener más paz+ciencia con los peques... El amor sin exigencia daña a quienes amamos, por ello hay que pedirle a nuestros hijos que intenten ser mejores que el día anterior... y nosotros, los adultos, enseñarles con el ejemplo... aunque cueste.
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Ayy¡¡
ResponderBorrarEs cierto, se siente como si se partiera el alma
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Impotencia por no tener la "varita mágica" para que según nosotros, entiendan, y con el tiempo te das cuenta que en realidad no sirve, es más lo que nos duele y lo que nos hace darnbos vueltas por las noches buscando esa ´fórmula mágica... esa que no existe
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Tuto: como siempre, un buen post.
ResponderBorrarLo primero: me imagino lo fuerte que debío ser para ti hacerle "tan tan" a tu hijo en el traste, pero eso fue una palmadita que está muy lejos del maltrato pues. Aunque sé que te debió de haber dolido harto.
"Tan tan en el popó" como dicen los niños.
Respecto al maltrato... uff. Se me coloca la piel de gallina de sólo pensar que hay niños que los revientan a palos. Lo peor es que esos niños tienen más probabilidades de repetir su historia cuando sean adultos y, así, continúa la bola de nieve.
La ira... no sé hasta qué punto puede llegar. El ser humano, según creo, siempre será el gran misterio de la humanidad (qué paradójico)
Las denuncias han aumentado, pero siguen siendo pocas para la realidad.
Suerte en lo que queda de la semana.
Abrazos gigantes.
uy, que complicado eso.
ResponderBorrarPor suerte, nunca he tenido que levantarle la mano a uno de mis hijos, aunque muchas veces se la hayan merecido.
Creo que eso eso de que "la letra con sangre entra" debería quedarse definitivamente en el pasado.
Pero la realidad, es que el maltrato está demasiado arraigado en muchas personas, la agresión, el hacer sentir por medio de la fuerza quien manda...
No me gusta, hay muchas otras formas de arreglar los problemas.
Con el paso de los años la expresión de la sociedad es más violenta, y la expresión dentro de la familia es más dulce.
ResponderBorrarTrabajo enseñando a niños, y veo cómo son de parecidos los niños mimados de clase alta, a quienes jamás se les ha puesto un dedo encima, de aquellos que son golpeados de manera usual -generalmente de muy bajos recursos educativos. Son dos extremos igualmente viciosos, ambos educan personas que no respetan a los demás!!! Creo que una buena palmada en su momento impresiona al niño negativamente para que no vuelva a hacer algo que no debe hecer, que puede ser peligroso para el/ella o para los demas con quien convive, y no está mal, hacerlo: no sufre ningun daño - si se hace en el momento indicado, y no muy fuerte, ni repetitivo-. Obviamente esto no hará daño, si lo que se hace en general es educar, como tu lo has dicho CON EL EJEMPLO. Los niños que asi son educados se diferencian de los otros, del cielo a la tierra! Adquieren conciencia de la vida y de su mundo, muy rapidamente.Pero como tu dices, es muy dificil dar ejemplo, por eso creo que los hijos son el mayor motivo de superación que alguien pueda tener... veo como "de tal palo tal astilla" se cumple... cada día.
ResponderBorrarEn todo esto...siempre hay un factor clave, la ignorancia y la falta de temple...y entiendase ignorancia no como la falta de instrucción, sino que la falta de herramientas para controlar nuestra brutalidad...casos que recuerdo que reflejan esto es el de un tipo que azoto a se hijita de meses contra el piso, porque no lo dejaba escuchar el futbol...
ResponderBorrarEn desacuerdo con Meli, la violencia se aplica en estratos altos y bajos, la aplican obreros y abogados, no profesionales y profesionales...hay ninos de estratos altos que la sufren...y el que sean de estrato alto no hace menos doloroso el hecho...son ninos igual.
el tema tiene relación con la conciencia...que tanto nos cuesta adquirir, con que la violencia la estan sufriendo seres en un etapa donde todos somos iguales...
como sea , es fuerte, no tengo hijos pero tengo mi sobrino regalon , no le pego pero si lo reto y despues me da lata por ue me mira con unos ojos meravillosos y me mata..
ResponderBorrartu blog me encanto loco, aver si me hago uno y incluyo...ok