No fue mucho lo que tuvimos que esperar para presenciar el desenlace de esta historia... En efecto, la jueza del quinto juzgado de menores de San Miguel, María Angélica Grimberg, presentó su renuncia al poder judicial.Fue una salida honrosa para ella... como cuando los samurai -tras una humillación- se autoeliminaban mediante el seppuku.
Y tras meditar durante algunos días la Corte Suprema aceptó la renuncia de la ex jueza express, señalando que 3 de las cuatro acusaciones de las cuales fue objeto son mérito suficiente para llevarle adelante la investigación de la cual fue objeto.
En efecto, las acusaciones fueron:
- Fallar 841 causas para lograr un bono de gestión.
- Fallar a favor del cirujano plástico, Héctor Valdés, en un caso de adopción, siendo que de él había recibido favores.
- Tomar alcohol en una reunión con la gente de su tribunal
Pero ojo que esto no termina del todo acá, pues se seguirá adelante con la querella de capítulos... Esta acción judicial tiene connotaciones criminales y fue presentada por supuesta denegación de justicia por parte de Grimberg...
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Parece que la única forma de tener una justicia decente en Chile es disolver el Poder Judicial y crear otro. Esta vieja de mierda podría haberse quedado por años en su cargo si se hubieran seguido los procedimientos regulares, pese a haberse comprobado su ineptitud y cara de palo (por no decir de raja).
ResponderBorrarSúmale a esto que el gobierno impone al frescolín de Ballesteros a la Corte Suprema. Inexplicable, considerando que el tipo aparte de rancio pinochetista es famoso en tribunales por ser el juez más flojo de Chile.
Ojalá la reforma judicial sirva para algo con todos estos pelotudos a la cabeza.
Saludos.-
sabes... yo creo que el problema de fondo de la justicia en este país es que ellos mismos son los que se fiscalizan... entonces, son juez y parte todo el tiempo...
ResponderBorrarsaludos
¡¡Que gran verdad has dicho!!
ResponderBorrarEllos, el Poder Judicial, se auto-fiscalizan lo que en definitiva es perversión, corrompiendo el estado natural del deber ser.
La auto-fiscalización es, como tú dices, el problema de fondo de la justicia chilena. Simple y sustantivo.
Hace años atrás, me tocó andar de rata leguleya en los pasillos de Compañía frente al Liceo 1, que es donde están aun los Tribunales de Menores.
ResponderBorrarSu señoría estaba en el quinto juzgado, es decir, el que tenía competencia para conocer de aquéllas causas de menores (tuiciones, adopciones, alimentos, visitas, etc) con apellidos de la M a la Z, domiciliados dentro de los límites geográficos de la comuna de Santiago.
Es decir, si tu hijo o hija era, por ejemplo, Juanito o Juanita Muñoz, hasta que él o ella cumplieran 18 años (o 24, estudiando, para los alimentos) todo asunto que tuvieras que ver sobre alimentos, tuiciones, visitas etc etc etc...quedaba siempre bajo la decisión de su señoría.
Quienes leen esto y están separados de hecho, o han tenido hijos fuera del matrimonio, saben perfectamente que incluso con perfecto acuerdo con el otro progenitor, no es algo inusual tener que aparecerse mientras dura la minoría de edad por los tribunales. Aumentar o reducir los alimentos; modificar las visitas; pedir un certificado para el banco; autorizar para que el niño visite a los abuelos en Canadá.
Y siempre la misma jueza.
Lo relevo, porque al final en el cacareo se ha perdido un hecho básico, y es que doña jueza se caracterizaba por sus destemplamientos en las audiencias y ser lejos lo más visceral para tomar sus decisiones. En chileno "te agarraba buena barra o mala barra".
A un patrocinado mío le halló mala cara (mientras su ex mujer estaba perfectamente maquillada, muy cuica y rubísima) y por tanto le decretó como alimentos el 100% de su remuneración, "porque si usted está acreditando esto, de seguro que me está escondiendo lo que de verdad gana". Esa pastita!
Y a las mujeres no les iba mejor tampoco.
Te puedes imaginar lo que significa que SIEMPRE tenías que volver a que ella resolviera tu asunto? Quedar a merced de su mala cara y temperamento? A su parcialidad hormonal? En menores muchas veces las partes ya van a punto de agarrarse del moño...para que más encima quien tiene el deber de restablecer la paz social les eche parafina pa que se agrande el incendio?
Eso es lo grave. Por suerte hizo el canje de cirugías, por suerte fue curagüilla, por suerte se le ocurrió fallar las 841 causas.
Por que si no, todavía los cabros chicos de la M a la Z estarían a merced de su ánimus de cada día, junto con todas sus familias.
Perdón. corrijo una imperdonable inexactitud: límites geográficos de la CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO.
ResponderBorrarEn efecto, concuerdo contigo, marcyclor, por eso relevé el tema de las acusaciones, pues a mi entender se puso en último lugar la más importante, cual era, el trato en su juzgado...
ResponderBorrarUn sistema hecho por humanos, pero no para humanos... :-(
Estimado amigo: gran post, como siempre.
ResponderBorrarSoy una convencida de que la justicia no existe. Lo que existe es un poder judicial, no hay duda... pero ¿la justicia?...tengo mis dudas. (Espero, se haya entendido)
Esta señora jueza es de culto... un ícono a la ineficiencia y falta de seriedad en el trabajo.
Mil abrazos, querido Tuto. Como siempre, un agrado leerte.
Si esta es una medida ejemplificadora ojalá sirva para comenzar a desbaratar toda esta red de "favores" y corrupción dentro del poder judicial.
ResponderBorrarUn abrazo
Yvette
La Libélula
si claro, E.M.
ResponderBorrarEn el fondo.... "que bueno que se fue esta señora que nos afecta la honra de todos nosotros que somos unas blancas palomas que todo lo que hacemos es por el bien de esta patria..."
en fin, así es la cosa... de todo sacan algo para beneficiarse...
:-(
Tuto: trata de publicar luego. Los adictos a tu blog tenemos ganas de leerte. Un abrazo!
ResponderBorrarPD: feliz día del blogger.
Me sumoa Verónica
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