Algunos alcances sobre la prensa

Se desató el temita al punto de convertirse en el argumento favorito de los políticos... Claro, eso de abusar de las platas del fisco, el nepotismo y amiguismo que sobreabundan en el Estado y su torcida burocracia ya es como las alarmas de autos... estamos tan acostumbrados al ruido, que, cuando suena por un hecho real, no la consideramos... Tanta es la corrupción y tan evidente ya, que yo no me explico las patas del Consejo para la Transparencia de avisar que hubo cambio en el trono en una institución que claramente, o carece del más mínimo átomo de competencia en la realización de sus labores o se le puede cargar el mote de notable abandono de deberes, por lo menos...

Que exista institucionalidad dedicada a velar por la transparencia en el actuar gubernamental me hace sentido. Claro... pues no fue nuestra excelencia Ricardo I quien afirmó, sin siquiera arrugarse, que hay que dejar que las instituciones funcionen y que él y su equipo había llegado al poder a servir a chile y no a servírselo... Lo que nunca se aclaró fue cómo, cuándo y para quién funcionan esas instituciones y de cuál acepción del verbo servir estábamos hablando.

Tanto abuso nos ha llevado desde la vereda de la inactividad por ignorancia a la de la paranoia por demasiada información... Los señores políticos, como decía el general, han convertido a la corrupción y sus derivados en tema de discusión para sus reuniones, pero como siempre la cuestión se toma casi faranduleramente, hablando de si fue o no fue bueno que los hijos del presidente fueran a China y no tocando el tema de fondo... o sea, legislar coherentemente para evitar de una buena vez que en el Estado sea llegar y llevar. Que los de arriba no sigan abusando de su poder y que los de abajo, cuando suban, no roben en impunidad.... Cómo era... ahhh! Se pensó y se dijo...

Mi Nonina decía... si la cabeza está mal, mejor ni preguntí por lo demás... Tanto que se llenan la boca... Debería existir un derecho humano que establezca como inaceptable la existencia de legislación que sea abusiva o manifiestamente dañina para los intereses de las personas comunes y, vuelvo a insistir, al unísono, ser duramente castigada la corrupción en cualesquiera de sus formas en la administración del Estado. Si no paramos de delinquir en las esferas de poder no se podrá hacer nada en las bases y la espiral de la delincuencia seguirá siendo pan de cada día.

El problema que tenemos ahora, creo yo, es que cuando de impartir justicia se trata, las autoridades hacen vista gorda cuando el que mete las manos es uno de los suyos, uno de su clase, dejando de manifiesto una brecha social que socava los cimientos mismos del Estado de Derecho, cuales son, y solo por nombrar dos que recuerdo: la igualdad de todas las personas ante la Ley y el Estado como garante de los derechos de la gente común y corriente... Está pasando muy repetidamente que aquellos que deben defendernos, están legislando para defenderse ellos mismos de sus actos inmorales y censurables, pero nunca ilegales...