
Y claro, el precio pasaría desde 2,40 y 2,80 dólares por millón de BTU a los 3, 70 y 4 doláres... O sea, el incremento en el precio sería de un 45%...
Cierto es que el precio subiría considerablemente, pero siguía siendo más bajo de lo que los argentinos le pagan a los bolivianos por la misma cantidad del combustible, precio fijado en los 5 dólares...
Pero la cosa fue más allá... no se respetaron las palabras empeñadas, cosa que a veces pasa cuando esa palabra contradice a su excelencia el mercado, y el precio del hidrocarburo llegaría a los 4,9 dólares... Algunos dirán que la diferencia es mínima... pero aquellos -poco previsores- no saben que al vecino país le compramos más de 18 millones de metros cúbicos de gas... al día... o sea Chile tendría que pagar millones más, millones menos, unos 110 millones de dólares más por la misma cantidad de gas...
A pesar de esto, el ministro de Planificación Federal de Argentina, Julio De Vido señaló dos cosas que me quedaron dando vueltas... La primera... que nuestro país pagaría un precio razonable, tomando en cuenta los precios de la región y la segunda... que las compañías distribuidoras en Chile cobraban "un monto varias veces superior al costo en que adquieren el gas argentino en la frontera" y la verdad no puedo creer tamaña calumnia... ;-)
Finalmente, la ministra de Energía chilena, Karen Poniachik, tras el anuncio de De Vido señaló que "el comportamiento del ministro fue inapropiado" porque simplemente no se cumplió la palabra empeñada... Es decir, se dice algo y luego, el documento oficial (decreto) dice otra cosa...
De todo esto lo único realmente claro es que Chile tiene que pagar más plata por el gas argentino y ese costo más temprano que tarde, no importa lo que digan las autoridades, lo pagaremos los usuarios... Menos mal que yo sigo la vieja tradición de usar balones de gas... :-)
* Fuente de la foto: La Nación