
No me había referido a ninguno de los candidatos a propósito... siento que es tema manoseado y con suficiente cobertura en los medios, pero lo que le pasó ayer, miércoles 3 de agosto, a Michelle Bachelet fue lo más vistoso de esta carrera por el sillón de O'Higgins.
Siempre se le ha criticado a esta mujer su falta de contenido, sus respuestas insípidas y su manía de "nunca quedar mal con nadie" y la verdad es que, a simple vista, esas críticas parecen ajustadas a la verdad mediática de la candidata de la concertación.
Las acusaciones expresadas por el historiador Jocelyn-Holts se salieron del marco del guante blanco... Le dijo de todo... incluso se dio el lujo de afirmar que a los políticos hay que hablarles duro... En fin, sus razones tendrá este señor de dudoso pasado como demócrata.
El comidillo que ha resultado de estas declaraciones no ha dejado a nadie fuera... Fernando Paulsen, entre otros, también opinó al respecto señalando que la candidata ganó muchísimos puntos tras su encontrón con el historiador... y estoy de acuerdo con él, pues a mi modo de ver, por fin pudimos ver a la mujer que hay detrás de la maquinaria partidista y electoral.
Otro que no calló lo que pensaba es el presidente del Partido Humanista, Efrén Osorio, quien hizo eco de las palabras del opinólogo del momento afirmando que "Bachelet es la candidata de las Fuerzas armadas..."
A mi me quedó la sensación de que Bachelet es una mujer con sus cosas claras, con su carácter y una irreconocible personalidad fuerte, pues no dudó en parar en seco (como decimos en Chile) a quien la vilipendió, a mi juicio, gratuitamente.