miércoles, agosto 06, 2008

Un chiste y una muy mala...

Siempre he sido una persona optimista... que cree que el futuro puede ser mejor que el hoy y que para ello hace falta voluntad, trabajo y una pizca de cariño en cada una de las cosas que uno hace... pero en honor a la verdad, hay ciertas cosas que me dejan con el ánimo por el suelo... Que me cobren a mi o cualquier mortal de este país 347 millones de pesos de multa es una condena que no sólo me mataría el bolsillo, sino que como no tengo para pagarlos de seguro me terminaría pudriendo en la cárcel... pero que le cobren a Shell esa cantidad por contaminar me parece un chiste de muy mal gusto... Y mucho peor me parece que estos chiquillos de la concha... hayan apelado a la sanción... Claro, 347 millones de multa por contaminar las aguas de Antofagasta... Pero... no les parece una gracia digna del aforismo "quien contamina, paga"... O sea, el que tiene plata (como Shell) deja la "mansaca" y luego saca la billetera y "soluciona el problema". Me pregunto por dónde anda el sentido común de nuestras autoridades... Será demasiado complejo pensar que el tema de la contaminación es algo más que lukas??? O tal vez yo soy un soñador empedernido que no quiere despetar... Me dicen ingenuo... :-( Una muy mala Una cuestión nada que ver con lo anterior, pero muy triste es la que comentaré a continuación... Se nos está llendo de este mundo una etnia que caminaba y navegaba por estas tierras desde hace más de 6.000 años... En efecto, ayer apareció en las noticias la desgraciada muerte de Alberto Achacaz, uno de los últimos habitantes originarios Kawéskar... Su idioma, sus costumbres, su tradición se perderán en el olvido de los tiempos... Pasará lo mismo que con los Selknam... No nos podemos permitir olvidar... El olvidar es el principio de muchas desgracias... una de ellas es que volvemos a cometer miles de veces los mismos errores... No podemos olvidar a Alberto... Él murió solo, abandonado en una media agua en Punta Arenas... En la más triste pobreza...

Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

Todo comentario realizado con respeto es bienvenido.

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