viernes, noviembre 02, 2018

Crónicas del abuso invisible por lo cotidiano

En Chile, desde sus comienzos, existió una clase noble, más o menos homogénea, altamente organizada, sutilmente educada, con aires aristocráticos y dueña del derecho, los recursos y el poder y otra, mucho más numerosa, más bien heterogénea, sin educación y dueña de su fuerza, hijos e intelecto y absolutamente carente de organización...

Hoy la cosa es más o menos lo mismo en el Olimpo solo que en el devenir de los años se sumó la burguesía que, al menos, logró acampar a los pies del monte... En tanto, en los potreros la cosa se diversificó y dividió en clases más o menos dinámicas dónde el poder adquisitivo determina los límites entre ellas.

Se me ocurre que lo que hacen en el Olimpo... eso de protegerse, de ayudarse hasta el punto de mentir, coludirse o sobornar con tal de lograr mantener la burbuja embriagadora del poder y sus aparentemente, inagotables beneficios, les sale tan natural, llevan tantas generaciones repitiéndolo que es tan normal que no hay cuestionamiento alguno...

Antes no lo comprendía con perspectiva histórica... claro... En todo el siglo XIX (para qué hablar de antes) y gran parte del XX, en Chile nos gobernó una élite, una clase social superior o eso creían ellos, hermética y que se coludía contra el resto, ya que todos los puestos de poder estaban bajo su mando. Era una costumbre y, creo yo pensaban, casi una obligación...

Los molestos  burgueses fueron rápidamente absorvidos cuando comenzaron a incursionar en los juegos por el poder y para qué decir aquellos de clases esforzadas que con denuedo y lucha llegaban a la sima... Así transcurrió gran parte de nuestra historia republicana... sin corrupción dicen las crónicas...

Crónicas que no cuentan las matanzas y los tratos inhumanos a los cuales estaban sometidos los obreros en gran parte de la nación... Crónicas que no hablan de corrupción porque acá está institucionalizada y todo tiene un sustantivo alternativo, un eufemismo... En Chile hay un nombre alernativo para lo que sea que se necesite...

Crónicas que no hablan que el mítico ruido de sables, en realidad se realizó porque los mandos medios de las FFAA querían que el Congreso despachara leyes que mejorarían las condiciones de dicho estamento, proyectos que dormían años ya, y, de puro miedo a un golpe de estado o algo peor, los legisladores, en un día, despacharon no solo lo exijido, sino que de refilón nacieron a la vida leyes que formaban parte de la agenda social del entonces Presidente de Chile, Don Arturo Alessandri Palma. Por nombrar solo unos ejemplos, está aquella que fija en 8 horas la jornada laboral, u otra que imponía límites (por vez primera en Chile) al trabajo de la mujer e infantil, entre otros de igual relevancia.

Unos pocos años después ocurre la universalidad más importante y única en nuestra historia... Estoy hablando del período que se conoce como los Gobiernos Radicales que ocurrieron entre fines de la segunda mitad de los años 30 y principio de los 50 (1938 - 1952), en total 14 años donde hubo continuidad en las políticas estatales y el objetivo no fue vender cobre, sino fue permitir e incentivar instancias para pensar y crear el qué hacer con el cobre, a parte de extraerlo, refinarlo y venderlo. Ha sido la única vez en la historia que se pretendió dar el salto cualitativo y nadie la vió... Este período se caracterizó por la ausencia de la aristocracia en el poder ejecutivo...

Luego... En medio de la era de las flores y armas, cuando o eras amigo o enemigo, llegaron los uniformes y todo se quebró... Mucha sangre con agua bajo el puente pasó y, como esperado, el arcoiris nos sacudió... Tranquilos, nerviosos... medios tiritones... en fin... a decir SI o NO en masa fuimos y cuando pensábamos que la alegría llegó... no nos dimos cuenta y nuestros representantes en el poder, por unas lucas, se vendieron y, sin dudarlo, nos traicionaron y, peor aún, se traicionaron así mismos y a sus familias y lo que como sueño comenzó, en pesadilla terminó...

Los expinguinos y diri(intransi)gentes estudiantiles advenedizos que surgieron a poco rodar el camino al primer decenio del nuevo siglo, fueron también engullidos por el "agarra lo que puedas mientras puedas" y rápidamente, raudamente olvidaron para qué querían llegar al poder y comenzaron a hacer lo mejor que hacían todos en esa situación... luchar contra la pobreza... pero, a la vista de los acontecimientos, la propia y la de sus más cercanos...

Todos estos hechos que han pasado y pasado y pasado a lo largo de toda nuestra historia republicana y como son paleteadas entre iguales y no están al márgen de la Ley... para nada es corrupción o uso de influencias, menos delitos... Es más, la corrupción acá es nueva, según estudios de no se quién y tuvo su génesis nada más resucitó la democracia, apuntando derechamente a los nuevos ricos...

Un buen punto es... quién redactaba en ese entonces  y ahora la leyes que en teoría nos rigen a todos... quién dice esto es delito y esto no... mmmmmmm... Por esto, porque es una conducta generalizada, son delincuentes solo aquellos que toman lo que no es de ellos con violencia y ojalá tengan pinta de flaite y nadie más...

Así, el sueño donde la izquierda, mi izquierda, en ese entonces, nos llevaría al bienestar y la equidad, entre coimas, traiciones y leyes truchas, se desvaneció para un amargo sabor, en nuestras bocas dejar... y, en mi humilde opinión, que esto no fluya como corresponda y exista cada vez más descontento es porque los que nos dirigen o gobiernan (Aristocracia que hoy sería en rigor una Plutocracia, gobierno y oposición) han sido mezquinos y abusivos y han estado medios desviados, pues como dijeron por ahí, si quieres ganar dinero, dedícate al comercio o a los negocios, pues la política debería ser para servir y claramente la han usado para servirse... Una lástima...

Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

Todo comentario realizado con respeto es bienvenido.

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *