sábado, enero 19, 2019

A imagen y semejanza

Como que no encajamos en la naturaleza, como que hagamos lo que hagamos no calzamos con la supuesta madre tierra y no son todos los hombres... es el moderno, supuestamente, el último eslabón entre los primates... Donde se ha aposentado el hombre, históricamente, ha depredado todos los recursos naturales, ha ensuciado los rios, contaminado la tierra y polucionado el aire hasta niveles mortales para él mismo... En el fondo, a mi modo de ver, lo natural en el hombre es abusar de su hábitat, normalmente motivado por codicia y ambición y justificado por soberbia y egoísmo.

Hay que admitirlo, el hombre no armoniza con su entorno, porque pareciera que no pertenece del todo a él, no tanto al menos, como el resto de los animales y plantas del planeta. Y, lo quieran o no muchos, sobre todo los humanistas, el origen de nuestra especie es aún, por decir algo, nebuloso...

Fuertes declaraciones

Hay tantas explicaciones que dan cuenta de nuestro origen como culturas han existido sobre la litósfera... Unos dicen que somos un experimento extraterrestre, otros aseguran que somos el resultado de la evolución y consecuencia del planeta, es decir, resultado de la naturaleza... y así hay varias más... yo pienso, después de varias vueltas, que Dios nos creó... ojo, no es un facilismo, pues les puedo asegurar que el aceptar y luego el creerle a Dios está lejos de ser fácil... En ese devenir y después de leer y estudiar un poco Su Palabra puedo decirles que...

Antes de seguir, deseo aclararles que, en mi vida, a los 40 años, Dios se presentó y desde ese entonces, momentos altos, momentos bajos, mi comunicación con Él ha sido real... Les puedo dar fe de que aún no se me arrancan todas las cabras pa'l cerro, por lo que estoy convencido, empíricamente, de su existencia... Ok... La secuencia fue: Creo en Dios... Luego, le creo a Dios... Cuando llegó la Biblia a mis manos versión Reina Valera 1960, lo que vi, sentado en mi orgullo y soberbia,  fue un libro, con tips de sabiduría, más... y de verdad, amigos, es el mejor  libro de petete que existe, pues nos guía, educa y permite ver las cosas de una forma diferente...

En fin, lo que les iba a copuchar denante es que, en mi humilde opinión, el conocimiento de verdad, se revela y no se descubre ni se encuentra... así son las matemáticas o la música, lenguajes que explican cómo está todo construído, pero como son opacados por las palabras y el método, nos ha costado llegar a ellos... Así es La Palabra... Hay que tomarla sin las típicas y repetidas pretenciones intelectuales de interpretarla.. eso, pues La Palabra no se entiende, descubre, interpreta, o comprende, sino se revela... Puede resultar insultante para la lógica de algunos, los entiendo, a mi me pasó lo mismo, pero en mi caso, ha sido como les estoy contando...

La ciencia frente a un hecho inusual

No se si se han dado cuenta, pero todo lo que tiene la ciencia, y con ella todo el humanismo y relativismo cultural en el que vivimos, para explicar nuestro origen es una teoría que, curiosamente, es coherente y, agregaría, casi exacta, con todo el resto de las especies que habitan la Tierra, menos con una... adivinen cual... Si... la puerta C!!! el hombre...

Le falta, como se dice, la chaucha pal peso... todo es nada, simplemente, porque no hay, por ningún lado, un cráneo o al menos un fragmento de él, que nos termine de unir y ubicar en la cima de una larga y detallada lista de primates y hombres que ya no existen, pero que sí presentan una línea evolutiva común... En el fondo... Si... hasta el hombre de Cromañon los humanos descendíamos de los monos, por decirlo coloquialmente... La torre de naipes se cae, sencillamente porque han encontrado los otros, todos en perfecta secuencia, menos "ese"... ohhhh!!! la ciencia no puede, pues deben primero pasar por la Fe para llegar al conocimiento... y la religión (que sí se opone a la ilustración) nos convenció de que son opuestas... mala cosa...

Sin embargo, a pesar de no poder dar respuesta a nuestro origen, la evolución, sí explica, más que convincentemente, cómo funciona la naturaleza y cómo ha sucedido todo desde el comienzo, lo que a mi modo de ver, le da un mérito tremendo... y de verdad creo que a Darwin se le reveló una Ley inmanente del universo que ordena la vida en el cosmos... Empero, nosotros, reconozcámoslo de una vez, somos, por decirlo de una forma un hecho inusual en la evolución. Estamos formados por los mismos elementos y a partir de un mismo patrón, sin embargo, somos una pieza suelta, encima de un rompezabezas completo...

Creo que ese famoso eslabón perdido no está perdido, porque no está no más... Y no está, porque nosotros no somos producto de la naturaleza, sino criaturas de Dios... Él tomó todo lo que había, lo que había hecho la naturaleza y cuando todo estuvo preparado nos creó... Creo esto desde hace unos años... Los que me conocen, saben que soy un hombre más racional que emocional y les aseguro que nada de lo que les he manifestado está relacionado con la religión...

Cuando nos creó, nos dió el soplo, el aire de vida y nos puso en nuestros cerebros el deseo de buscarlo... Somos a su imagen porque en cada uno de nosotros habita un trozo de Él... Con ese trozo nos conectamos... Le dicen espíritu, esencia, alma... Luego, nos hizo a su semejanza, porque nuestro Padre tiene, como nosotros: sentido común, misericordia, ira, sentido del humor y le encanta, al igual que a nosotros, cuidar, educar, disciplinar y amar a sus hijos... Cometemos el mismo error que Lucifer.. creer que somos dueños de nosotros mismos y dignos de gloria y admiración por nuetros logros y capacidades, convencidos de que nuestra vida, los dones y las bendiciones son derechos adquiridos, inhalienables dijo el mente leguleya y resulta que son privilegios que nos son regalados, que los tenemos sin siquiera competir para merecerlos... Entonces... para estar a la moda, podríamos decir, para decir cosas, sin decir nada, que estamos frente a un problema de percepción... o no???

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Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

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