miércoles, abril 06, 2022

Héroes de Chile: Francisco Bilbao Barquín

 Existen personas en nuestra historia que han sido borradas por completo de los anales... La mayoría de ellas sencillamente por oponerse al bando pelucón o a la iglesia católica y su nefasta y tremenda influencia en las decisiones de gobierno desde la sanguinaria implementación de la república portaliana...

José Manuel Infante es uno de ellos y solo es conocido el nombre por los vecinos de la capital que viven o en la calle bautizada en su honor o en las cercanías... Este señor se autodefinía  como volteriano hasta la médula y al igual que don Francisco Bilbao, pregonaba la separación de la iglesia vaticana del poder ejecutivo y la libertad de culto...

Francisco tuvo en su padre una influencia que marcó decididamente su vida. Rafael, hombre de convicciones y noble ascendencia, fue uno de los precursores del movimiento liberal en el novel país, invirtiendo toda su fortuna y tiempo en la realización de una República federal con Provincias fuertes y capaces de tomar decisiones estratégicas en pos de su desarrollo, desconcentrando el poder y la riqueza para fomentar el desarrollo de no uno (como ahora) sino varios centros y con ellos, polos industrializados interdependientes, pero enfocados en el crecimiento del país.

No acudió a las potencias extrajeras porque sabía que eso hipotecaba el futuro industrial del país y por ello no consiguió igualar el flujo ilimitado de recursos que recibían los conservadores de parte de sus socios los ingleses para mantener sus operaciones de desestabilización y soborno de forma constante y cuando eso no fue suficiente, a las balas...

El joven Francisco vivió el exilio de su padre... Fue testigo de los servicios abnegados de su progenitor por su patria, dejando de lado su orgullo, pues éstos fueron solicitados por los mismos que en el destierro lo tenían...

Fue esa nobleza la que le permitió a la familia Bilbao Barquin volver a su terruño en 1839. Ese mismo año, el joven ingresó a cursar sus estudios de leyes, empero a pesar de su brillantez, no terminó la carrera... Sus intereses iban por otros derroteros... estaba convencido que era el momento de la iluminación de la razón... había que exponerlos... los dogmas de la iglesia mantenían al país en la más supina ignorancia y esa era la razón por la que aún vivían como en la colonia...

Bilbao comienza por ser uno de los fundadores de la Sociedad Literaria, pues estaba convencido que era el momento de la ciencia... de que la razón y el pensamiento lógico reemplazaran a la superchería y religión como guías de los destinos del país...

Si bien fue criado en la religión católica, él, como su padre y su madre, siempre fue un libre pensador y por ello vislumbró los abusos en los que la iglesia incurría en el ejercicio de sus privilegios, denostando a personas que por estar muertas no podían defenderse de los arteros ataques en los que incurrían para denigrar a quienes se atrevían a desafiarlos... Esto no le gustó y comenzó en su cabeza a germinar la idea, hasta ese entonces, ni por su padre concebida, de atacar los cimientos de la iglesia católica en la sociedad de América, más católicamente fanática de todas.

De este modo, en 1844, publicó su obra La sociabilidad chilena. En sus páginas, el autor, critica a la iglesia y sus dogmas... Así escribió su hermano Manuel sobre el corriente... "La conmoción fue general, y la sociedad, el clero y los poderes civiles se pusieron a la altura de la barbarie. El clero fulminó anatemas. La sociedad maldijo al escritor y el poder civil lo entregó al dominio de las leyes católicas. Desatose la prensa empleando la calumnia y promoviendo la excitación del fanatismo. Creáronse publicaciones especiales. Sólo un diario se atrevió a defender a Bilbao: El Siglo, redactado por don Francisco Matta."

El escarnio público al cual fue sometido Don Francisco vino desde todos los frentes... su libro fue considerado blasfemo y él, tratado como si del más sanguinario y cruel de los delincuentes se tratase... Sin embargo, en medio de toda esa tragedia, su padre se mantuvo incólume a su lado, apoyándolo mediante cartas que recibía de manera constante.

Todo esto simplemente porque expuso la ignorancia en la cual la iglesia con sus prácticas mantenía a las personas, impidiendo el desarrollo intelectual de los individuos y con ello el salto cualitativo como nación, sugiriendo como remedio para ello, la separación de la iglesia con el estado. Tan audaz fue que hasta sus compipas liberales, que compartían en privado todas y cada una de las ideas de Bilbao, le retiraron su apoyo público por considerar que le daba una mala imagen a su causa.

El error de este tremendo pensador y filósofo nacional fue creer que las personas, la masa, estaba preparada para saber... para saltar de nivel, minimizando la influencia que la iglesia ejercía sobre sus mentes y almas. La ignorancia era tan brutal que la vida cotidiana estaba gobernada enteramente por la superstición, dejando a la ciencia sin espacio alguno para explicarla y la religión fomentaba dicha situación.

Francisco Bilbao fue un adelantado... sus ideas terminaron de imponerse 70 años después, pero ya nadie lo recordaba... ya nadie hablaba de él... ahora es una avenida en varias ciudades de Chile, pero en los colegios ni lo mencionan... En definitiva, es otra más de las víctimas de la clase dominante ignorante, codiciosa y sin dios ni patria que nos gobierna desde el comienzo a fuerza de fuego y sangre...

Pueden saber más sobre este tremendo hombre en su página... También algunas referencias hay acá...

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Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

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