sábado, marzo 26, 2022

Héroes de Chile: Don Clotario Blest

 Quizás unos de los más tristes aportes de Hollywood al conocimiento popular es la visión acética y romántica de las épocas pasadas de la humanidad... El jovencito que ni transpira ni se despeina luego de cabalgar, supuestamente por días en el lejano oeste... o la granjera de mediados del siglo xix que no tiene cayos o las uñas sucias de sus tersas manos, al dejar el azadón y recibir a su hombre...

Si bien para muchos de nosotros el estándar de vida ha mejorado sustancialmente los últimos 50 años, la vida sigue siendo dura... Extrapolen esta dureza del hoy, multiplíquenla por chorrocientos sepetecientos millones y estarán cerca de la miseria a la que se enfrentaban los obreros de una textil a comienzos de los años 20...

Más de 100 años de explotación burguesa tuvieron que pasar para que, por medio de la violencia, los desposeídos lograran mejorar sus deplorables condiciones de vida... Sangre esparcida por los puertos, fábricas, muchas de ellas hoy abandonadas, ardientes desiertos, subterráneas minas, picados mares y demolidas escuelas, fue el precio convenido con los dueños del capital y sus ejércitos, para trabajar 8 horas o tener vacaciones...

La mayoría de los partos aún se llevaban a cabo en las mugrientas casuchas y hacinados departamentos de los guetos y conventillos de las principales ciudades del país cuando iniciaba la segunda década del siglo xx. Las poblaciones marginales, al igual que ahora las tomas, carecían de los servicios más básicos. 

Normal era ver a 8 personas dormir en una misma cama o a todos los miembros de una familia totalmente calvos por alguna epidemia de liendres o sarna... Mujeres y hombres desde los 12 años o antes, ingresaban al mundo laboral, el que abandonaban o muertos o discapacitados, trabajando extensas y agotadoras jornadas sin descanso alguno hasta sus últimas fuerzas...

Hombre de acción

En ese escenario vivía don Clotario Blest... Nacido en 1899, fue testigo ocular del abuso sufrido por la clase trabajadora... Sus padres, militar y profesora normalista, le entregaron una educación disciplinada y religiosa, la cual le marcó el carácter gentilmente revolucionario desde muy temprana edad.

Tuvo maestros de la talla de José María Caro y Fernando Vives Solar, los cuales definieron la mente del joven aprendiz inculcándole el mensaje de un Jesucristo social, amoroso y justo... y no aquel colgado en la cruz, impotente... eso fue determinante en él...

Pronto se dio cuenta que la vida de un religioso no iba con él. En una entrevista al ser consultado sobre el corriente señaló que al parecer poseía una veta revolucionaria, pues le costaba seguir órdenes con las que no estaba de acuerdo... Eso, creo, se llama, libre pensador...

A diferencia de la mayoría, el novel Clotario, llevó a las acciones sus ideas y pensamientos e influenciado por las corrientes marxistas que conoció por medio de Luis Emilio Recabarren, lo llevaron a ser un activo personaje en los inicios del movimiento sindical en Chile, fundando, entre otras asociaciones gremiales y agrupaciones revolucionarias como a la ANEF o el MIR.

A pesar de lo convulso de la época, el señor Blest jamás promulgó o defendió el uso de la violencia como forma de lucha aún cuando entendió que históricamente ha sido la única forma de obtener derechos sociales considerados hoy básicos para las personas agrupadas en lo que se conoce como las clases sociales más desposeídas de la sociedad.

Se peleó con la iglesia por dos causas... la primera: su mentor y amigo, el sacerdote Guillermo Viviani Contreras, manifestó públicamente su apoyo al fascismo y la segunda, por acuñar la frase Jesús obrero como nombre para una capilla... idea que no fue aceptada por los curas, pues proponía a un Jesús proactivo e identificado, alejándolo de los clavos y su eterno calvario.

En la cárcel

Este señor, era respetado por moros y cristianos, pues su integridad y completo apego a sus convicciones lo llevaron a convertirse -sin buscarlo ni querer serlo- en un líder, un ejemplo a seguir, razones suficientes para casi borrarlo de la historia oficial que todo niño debe conocer sobre su país... Tan importante fue este caballero que la Alameda de Santiago debiera llevar su nombre y no el del militar frustrado y dictadorcillo semi noble, Bernardo O'Higgins...

Una anécdota cuenta que una de las primeras veces que fue puesto tras las rejas, el alcaide de la prisión, en un intento de escarmentar al revoltoso comunista, lo ubicó en medio de los peores delincuentes que ese centro penitenciario tenía... 

Tremenda fue su sorpresa al notar, primero el trato deferente recibido por el nuevo por todos, segundo la ostensible baja de la hostilidad general que siempre estaba presente en el lugar y tercero, el cambio en el trato entre los internos y entre éstos y sus cancerberos, logrando durante un breve período de tiempo, una convivencia pacífica en el recinto.

Padre del Sindicalismo

Estaba convencido que la organización sindical era la forma de enfrentar civilizadamente los eternos conflictos sociales entre las clases poseedoras del capital y aquella dueña de su fuerza laboral y sus hijos... Comprendía que la unión era la manera que tenían para ser fuertes, pues su lucha no solo era contra la mezquindad de sus patrones, sino también contra la violencia legal brutalmente desplegada por el Estado para "disolver a los exaltadores" y "restablecer el orden"... Les suena conocido???

Don Clotario, montado en esa visión cumple un sueño personal al lograr crear una fuerza sindical realmente capaz de aglutinar los dispersos intereses de los gremios en una sola punta de lanza cuando organiza y funda la CUT. Comentario aparte, pero estoy seguro que don Clotario se está revolcando en su tumba al ver en los payasos que se han convertido en ese nido de ratas que se llama central unitaria de trabajadores... tan bajo cayeron que en Octubre de 2019 no se plegaron espontáneamente al movimiento social, sino que cuando notaron que era en serio, intentaron ser la voz de la ciudadanía, posición que le fue denegada por todos nosotros por ser oportunistas y amarillos... 

Su vocación cristiana, debido a sus estudios con los franciscanos, entregó a sus convicciones sindicalistas una veta de misericordia y resiliencia nunca antes vista en un dirigente con tanto poder a esas alturas de su vida. Estos rasgos fueron su sello y motivo de profundo respeto que seguidores y detractores siempre le profesaron.

Sin ir más lejos, mi padre siempre me dijo que para él, Chile tenía 6 héroes... los demás eran inventos fatuos...Para mi papá, los reales héroes de la patria -aunque yo agregaría a unos cuantos más- son: Don José Miguel Carrera, Don Ramón Freire, Don José Manuel Balmaceda, Don Pedro Aguirre Cerda, Don Arturo Prat Chacón y Don Clotario Blest... y para qué les voy a decir otra cosa... si mi papá lo admiraba, yo también... Los invito a leer más acerca de este héroe que buscó un Chile más justo y equitativo... Pueden seguir aquí... 

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Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

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