jueves, febrero 10, 2022

Sistemas económicos, breve reseña histórica

NOTA: Artículo en constante expansión...

 Este documento pretende solo dar cuenta de forma muy resumida, pero desde una perspectiva histórica evolutiva de los dos sistemas económicos más conocidos y que han sido implementados en nuestras sociedades. Asimismo, también hablaremos de la posición ecléctica que creó el economista John Keynes, quien fue capaz de sacar lo mejor de ambos y unirlo en un sistema diferente, único, sintetizando sus ideas en su obra Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero..

Antes de entrar en materia, debemos conceptualizar ciertos términos... Serán definiciones básicas y concretas, suficientes para comprender el contexto y fondo del tema en cuestión. De este modo, debemos tener claro que la economía es una ciencia social que busca hallar la mejor forma de distribuir los escasos bienes que hay con el propósito de solventar las innumerables necesidades existentes. 

En este sentido, podemos afirmar primero que el primer postulado de la economía es que los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas y, segundo, su propósito es solventar, cubrir las necesidades... Con el fin dar una solución a este aparente problema sin vuelta, nacen las corrientes o doctrinas económicas. Estas corrientes de pensamiento pretenden tener no solo la solución al principal entuerto del que hablamos, sino que además el cómo debe realizarse. Existen otras corrientes menores que en su mayoría son agregados a las dos principales... tal es el caso del monetarismo, por ejemplo, o los distintos tipos de socialismos que hay.

En fin, les decía que esta ciencia social, establece como postulado no escrito que si bien antes fue la sangre y la religión la que estuvo en el poder, es el dinero quien los reemplazó y lo hizo para quedarse. Puede parecer una exageración, pero es la economía y no la ciencia, otra disciplina o credo la que establece la forma en la cual vivimos... Para nadie es un misterio que lo que pasa en la bolsa de valores de New York impacta más en el resto del mundo que las resoluciones de las Naciones Unidas o las guerras que actualmente se están llevando a cabo en distintas partes del planeta. 

Caras de la misma moneda 

Comenzaremos diciendo que la corriente económica y filosófica llamada Comunismo, nació como respuesta a los evidentes abusos que los dueños de los medios de producción realizaban impunemente, pues era legal, en contra de los trabajadores. Asimismo, afirmaremos, sin miedo a equivocarnos que, tanto el Capitalismo como el Comunismo tienen su sustento doctrinal en obras escritas que solo dieron cuenta de fenómenos sociales que estaban pasando (mercantilismo - abuso de la burguesía) y que su principal diferencia estriba en quien es el que tiene el control de los medios de producción. Para el capitalismo, debe estar en los privados, en cambio, para el comunismo es el Estado quien debe controlar la superestructura industrial...

Ambas corrientes entienden que el asunto parte de la producción de bienes para el consumo de las personas... por lo tanto, ambas plantean que el desarrollo y crecimiento de la economía de cualquier nación depende de la capacidad de consumo que su gente tenga, pues si hay consumo, es necesaria la producción y sin ésta no hay nada que ofrecer y por lo tanto nada por lo que obtener ganancias... Por esta razón llegó a llamarse economía de consumo... Pero... cómo se llegó a eso???

El dinero como palanca

Sabemos que el intercambio de bienes existe desde tiempos inmemoriales, pero no fue hasta que algunos comenzaron a acumular mucho más de lo necesario como para pasar el invierno que las cosas tomaron un cariz peligroso que no volvería atrás... Aparecieron los primeros acaudalados y por miedo a que les quitaran lo que poseían, armaron a hombres, creando los primeros ejércitos...

Estos ricos dieron vida a una sensación de seguridad a su alrededor por lo que muchos menos afortunados se afincaron en las cercanías de sus moradas... Entonces, para tener protección, estos señores les exigieron un pago... Así, poco a poco, nacieron las primeras civilizaciones y con ellas las clases sociales. El intercambio seguía, pero había aparecido algo novedoso y práctico, el dinero. La humanidad conocida estaba en sus albores...

Si bien, la economía estaba basada en la agricultura y ganadería, principalmente. Emergía un creciente número de mercaderes, artesanos y orfebres, los que ofrecían productos novedosos a cambio de  redondos trozos de metal de diferentes aleaciones que tenían un valor en sí mismos aceptado por todos. Era el instrumento ideal para acumular en espacios más reducidos y transportar, dado lo pequeño de su tamaño.

Con las monedas como instrumento de cambio, el comercio se incrementó y con ello las fortunas de los poderosos... pues las condiciones desde siempre fueron: si compras más, cada unidad vale menos, por lo que quienes tienen dinero, pueden hacer mucho más y más rápidamente...

Renace el comercio

Siglos antes de los Romanos, la actividad comercial en el mundo era importante... Las caravanas eran una parte más del paisaje por todos los caminos conocidos... Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, Europa se estancó... el comercio decayó al mínimo y las luchas entre los nobles los mantenía debilitados como para organizar un imperio que cambiara las cosas. En ese escenario, la Iglesia se enriqueció hasta el hartazgo mientras el resto de la población sobrevivía...

En plena edad media, un italiano, cansado de comer pan y cereales, decidió emprender un viaje hacia la remota China, Oriente Lejano... Parecía más una leyenda que una realidad y, sin embargo, lo hizo. Sus viajes fueron el punto de partida para el comercio internacional entre Europa y Asia... y de paso logró cumplir su deseo de comer algo diferente... y vaya que lo hizo...

Marco Polo fue el inicio... Siglos más tarde, avances tecnológicos en las artes de la navegación, hicieron posible viajes cada vez más largos... De ese modo, portugueses, ingleses, españoles y más tarde holandeses y alemanes llegaron a costas desconocidas en busca de oro... De vuelta trajeron de todo, incluyendo hombres de otros colores encadenados... 

Se iniciaba la edad de oro para los imperios europeos. Sus economías revivían gracias, por sobre todo, al comercio legal de esclavos y al saqueo constante e irracional al cual sometieron las tierras que en sus viajes encontraron. Al llegar, a pesar de existir otras personas, estos "comerciantes" al no ser hombres como ellos los que encontraron, tomaron todo como si a nadie le perteneciera e hicieron suyo lo que era de otros. La nobleza poco a poco daba paso a una nueva clase dominante que, solo 200 años después, los desplazaría completamente del poder, esta clase social es la Burguesía. Personas con dinero, pero sin sangre azul.

La religión de la Burguesía

Tras dos siglos, a fines del XVIII, Adam Smith, inspirado en los escritos de John Locke, quien sostenía la idea de la propiedad privada como natural e inherente al ser humano, concibió su libro La Riqueza de las Naciones, donde planteó los principios básicos desde donde posteriormente emergió el capitalismo. Esto porque lo que este señor defendía era el Mercantilismo, es decir, el libre tránsito de las mercancías a través de vías internacionales de comercio, principalmente marítimas.

En fin, esta corriente establece, muy básicamente, que los mercados deben actuar sin la intervención humana, pues siempre tendrán la tendencia al equilibrio entre la constante pugna de la oferta y la demanda y que ese equilibrio se vería reflejado en el precio del bien o al menos eso dice, Milton Friedman. Éste ve al Estado como un ente regulador que no debe interferir en la actividad económica, pues sería terreno de las personas, los privados...

Tras casi tres siglos de mercantilismo brutal, las consecuencias sociales no se dejaron esperar... Las ciudades prosperaron gracias a las inmensurables ganancias que les reportaba el comercio. Este éxito trajo consigo una constante y creciente migración campo-ciudad. Esa gente que llegaba a las ciudades se ubicó en su periferia, formando precarios campamentos que, con el correr del tiempo, adoptaron el nombre de poblaciones marginales. Europa presenciaba el nacimiento del que más tarde se conocería como el proletariado, o la clase social dueña de su prole...

La industrialización que poco antes había iniciado sus pasos en Inglaterra, rápidamente se adueñaría del resto del continente... Los ricos que no eran nobles, la adoptaron como la nueva religión... el credo que finalmente los haría infinitamente poderosos aun cuando ya lo eran... El dinero permitía su acumulación a los acaudalados, pues el sistema les concedía la posibilidad cierta de abusar de sus trabajadores sin mesura ni límites, entregándoles a cambio de su fuerza laboral condiciones infrahumanas de trabajo y miserables salarios... En este período se consolidan las principales fortunas de la actualidad y comienza la, que hasta hoy existe, manoseada lucha de clases.

Entrado el siglo XX, un hombre se percató que ni una ni la otra corriente en su estado puro podría solucionar los problemas sociales de base que hasta hoy nos aquejan... Ese hombre se llamó .... Keynes y planteó que el Estado debería ser un ente más en la economía, interfiriendo en beneficio y protección de los más desvalidos de la sociedad y legislando en concordancia.

Alcances rojos 

Ahora bien, debe comprenderse que el comunismo como corriente es nada más ni nada menos que una creación reaccionaria del mismo capitalismo, generada por la explotación que los dueños del capital ejercían sin contrapeso en contra de sus trabajadores. Si, me refiero a aquellas personas que con su trabajo enriquecían aún más a sus patrones... 

Los postulados principales del comunismo pueden extraerse de El Capital. Obra cumbre de Karl Marx y Federico Engels. En él plantean, un sistema económico donde, para evitar la explotación del hombre por el hombre, los medios de producción pertenecen al Estado. Es este ente político y heterogéneo quien debe organizar la sociedad de modo de llevarla a la perfección.

El talón de aquiles de este sistema es evidente... por una parte, pedir que todos piensen de un mismo modo resulta algo difícil de lograr y, por la otra, el éxito del sistema depende enteramente de la ausencia de corrupción en la burocracia estatal, pues en una de las últimas etapas, el Estado como tal desaparece, por lo que aquellos que ostentan el poder, se quedan sin él y por supuesto sin sus privilegios.

Lo interesante se puede evaluar en dos aspectos, uno histórico y otro disciplinario... En cuanto al primero, el que haya fracasado no le resta méritos en cuanto a todos los procesos sociales de reivindicaciones y adquisición de derechos que nacieron gracias a los conceptos vertidos por Marx. Luego, en cuanto al segundo, es menester destacar las herramientas lógicas y hermenéuticas que nos legó y que hasta ahora nos ayudan a entender la realidad.

Antes de seguir, debemos aclarar algunos de estos conceptos... Estas son las que llamo, palabras clave... en el capitalismo tenemos: mercado, oferta, demanda, producción, producto, consumidor, propiedad privada, libertad económica y publicidad. Luego, en el comunismo se habla de: lucha de clases, medios de producción, materialismo dialéctico e histórico, superestructura, propiedad común, organización y propaganda...

Ni la una ni la otra

Para comprender el mundo según estas doctrinas es necesario distinguir ciertos aspectos. El capitalismo tiene su eje en la iniciativa privada, el comunismo es el Estado quien lleva las riendas; en el primero se trata de convencer de comprar, en el segundo que el sistema es el mejor; el primero apela al egoísmo y deseos de sobresalir del hombre, mientras el segundo pretende eliminar esos instintivos rasgos humanos por medio de la represión.

Ahora bien, no hay que confundirse con las respuestas doctrinarias, pues ninguno de los dos sistemas ha demostrado ser la solución a todos los problemas que busca solucionar la economía... Ambos fracasan por la misma razón: las personas que tienen la responsabilidad de dirigir el barco... Tanto el comunismo como el capitalismo son incapaces de distribuir con eficacia y equidad, pues en el primer caso el poder absoluto corrompe rápidamente a quienes lo ejercen, luego, en el segundo caso, la codicia es la que endurece los corazones de quienes dirigen los destinos de la sociedad.

Si bien, el objetivo del comunismo es lograr una sociedad igualitaria sin clases sociales donde la producción y sus ganancias llegan a todos los individuos de la comunidad, claramente no andan ni cerca los intentos que se han llevado a cabo. Sin ir más lejos, en todos los países donde se implementó, terminó de la misma forma. Es decir, con una clase dominante que a toda costa pretende disfrutar de los privilegios que antes eran de la aristocracia y que fueron la razón por la cual se produjo la revolución que los instauró a ellos en el poder.

Curiosamente, el capitalismo cumple con su función principal a cabalidad y con pasmosa eficiencia. Este objetivo no es otro que el acumular y concentrar el capital. Su diseño es tal que favorece a quien más tiene. En el comunismo los privilegios se conceden por medio de criterios de corte doctrinario, en cambio en el capitalismo, es más sencillo, el que tiene dinero puede comprar lo que sea y a quien sea...

Los años demostraron que ninguno de los dos remedios por sí solo servía para lograr que el desarrollo y prosperidad se esparciera entre el pueblo como una vacuna contra la miseria... Los gobiernos, en su mayoría compuestos por miembros de la aristocracia con claros intereses creados, poco y nada hacían para mejorar la situación de los ciudadanos.

Cabe mencionar que en $hile, corriendo la mitad de la segunda década del siglo pasado, aún no existía la jornada de 8 horas, ni una silla para sentarse en el trabajo, ni posibilidad alguna de educarse para los hijos del proletariado... Solo 50 años antes, un diputado de la república portaliana, señaló tajantemente en un discurso frente a sus pares cuando se discutía la ley de obligatoriedad de la instrucción primaria para todos los habitantes del territorio nacional, que era un derroche de recursos tratar de educar al pueblo, pues no lo necesitaban ni les daría provecho alguno.

El punto medio

Fue a comienzos del siglo XX que apareció la figura de un economista inglés, ojo, inglés, con una serie de postulados y medidas concretas donde afirma que en una economía libre, precisamente por ser libre, el Estado, obligatoriamente, debía de participar. Esto con el fin de proteger a los más desposeídos y a los no tanto, de la depredación codiciosa que el capitalismo protagonizaba y que resultaba ser su principal enemigo.

La bolsa de New York había sido víctima de su propia codicia... El sistema, si quería sobrevivir necesitaba regulaciones, límites... La depresión del 29 fue el escenario perfecto para el surgimiento de este anhelado punto medio en la economía de la mano de John Keynes.

La Teoría Keynesiana no es otra cosa que una reacción a la voracidad y violencia con la que el capitalismo llevaba las riendas del desarrollo de la humanidad... En efecto, Keynes plantea, dentro del contexto de una economía capitalista, una participación activa del Estado en la economía en dos facetas simultáneas, a saber: regulando y siendo un agente fomentador de la actividad económica e industrial.

La regulación evidencia una preocupación por proteger a los ciudadanos comunes del poder avasallador del dinero por una parte y por la otra, cierta seriedad en el manejo de los dineros fiscales. El fomento implica la preocupación por el pleno empleo y la permanencia y mejoramiento de la actividad industrial y comercial del país. A estas dos facetas se les conoce como Política Fiscal y no son otra cosa que las formas en las cuales el Estado define el cómo, cuándo y con cuánto participar en la economía nacional.

Esta política fue aplicada con éxito en nuestro país cuando Don Pedro Aguirre Cerda, fue el presidente. Sus políticas de fomento y educación fueron el pilar para el desarrollo de Chile por las siguientes 3 décadas en un maravilloso proceso social que fue abruptamente socavado por las armas de un ejército chileno a instancias de una extrajera nación...

Tras esa debacle social, fue incrustado un modelo neoliberal brutal el cual nos hacía retroceder en cuanto a los avances sociales alcanzados, incrementando la brecha exponencialmente, pero permitía a los ricos del país, volverse aún más ricos a costa de nuestro trabajo y nuestros dineros.

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Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

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