Debido o retorcido proceso, he ahí la "custión"

 Viene de Será por su sinverguenzura verde... esto siempre así será.

Se dice por ahí que la querella penal presentada por el juez Urrutia fuera de todo contexto y según tribunales sin la facultad del demandante para accionar el aparato legal, es parte de una estrategia que tiene por objetivo lograr que lo echen a la calle.

Lo estoy viendo ya en los matinales como panelista... el juez del pueblo... y yo que pensaba que se trataba de una cruzada entre los que aplican el derecho acorde a la letra y espíritu de la ley y aquellos que lo hacen, condicionando el criterio, en las medidas cautelares a tomar por decir algo, de acuerdo al apellido de las partes.  

Pero no... es otro circo más, porque si no lo fuera, varios magistrados con impecables calificaciones, enfrentarían consecuencias que de seguro quedarían grabadas a fuego y en rojo, por lo menos, como una grave mancha en sus inmaculados expedientes. 

El numerito

Recordemos que la magistrada Dobra Lusic, en un acto ajeno a sus competencias, convoca al pleno de la corte de apelaciones con el fin que éste conozca, en una instancia que no le compete, una materia para la que no está facultada por la ley.

Independiente de si Urrutia era o no merecedor de las penas a las cuales ha sido sometido, las sanciones emanadas por el órgano colegiado carecen de validez dada la ausencia en la ley de las facultades necesarias para ejecutar dichos actos administrativos, en autoridades previamente investidas y en el ejercicio de sus funciones.

Hay que cambiar la constitución del 80

Si bien la actual carta fundamental señala que en ningún caso, ningún órgano o autoridad del estado puede tomarse atribuciones que no están expresamente señaladas en la ley y, de hacerlo, sus actos son nulos y se expone a posibles acciones administrativas, civiles, penales y políticas. No existen ni los mecanismos para un control ciudadano de los cargos de poder, ni la voluntad política de aquellos que sí pueden hacerlo.

Hay que cambiar la constitución porque permite que sucedan este tipo de actos que claramente vulneran todos los principios y normas que sustentan el accionar de los órganos del estado y del cual obtienen su validez.Cómo se llaman esas personas que dicen una cosa todo el rato, pero cuando tienen que actuar, hacen todo lo contrario a lo que predican???

Definitivamente, retorcido proceso

Si los magistrados de la corte de apelaciones no respetan las normas que los invisten con el poder para realizar sus funciones, no están en posición de exigir respeto por sus cargos, pues son ellos, con sus actos, quienes denostan sus magistraturas, demostrando su desprecio por un sistema que con sus palabras dicen respetar, pero que en los hechos, es solo un conjunto de instancias procesales más importantes que el asunto de fondo que deben dirimir.

Los malos están en las calles porque los jueces confunden el debido proceso con el retorcido proceso, pues la ausencia de algún requisito de forma resulta en la negación del sentimiento de justicia, sin siquiera tomar en cuenta el fondo del asunto. El proceso por sobre la justicia. En otras palabras, acá son los medios los que están por sobre los fines.

Todos saben que el mono la mató, pero como la prueba principal, esa que lo hundía, se obtuvo de una forma no descrita como válida en la ley, no puede presentarse y con ello, el imputado, por falta de pruebas concretas, queda en libertad o cumple con una pena irrisoria... 

Se me ocurre algo así como cuando el procurador, mandado por el asistente del abogado asistente del abogado titular del CDE, presenta un documento fuera de plazo en una causa en contra de un senador y por esa falta procesal, el juez, de una, decidió que era oportuno decretar el cierre de la causa por una falta grave a la integridad del proceso.

El senador así, quedaba sobreseído de todos los cargos porque el Estado no presentó un papel el día que tenía que presentarlo (plazo: requisito de forma) y en ningún caso por lo que, a los cuatro vientos, declaró cuando dijo que había quedado establecida su inocencia y por esa razón la justicia lo dejaba en libertad...

O cuando a otro senador, acusado de robar muchos millones, le cierran la causa tras acordar el pago una ínfima multa, en cómodas cuotas, por supuesto, lo que en rigor significa admitir el cargo por el cual estuvo procesado, pero en sus declaraciones a los relacionadores públicos de los miedos de comunicación, muy suelto de cuerpo señaló que la justicia había actuado y que estaba libre porque había sido declarado inocente. Las patitas, de los dos...

Por esto y por, bueno, varios ejemplos más, hay que cambiar la constitución.