lunes, mayo 23, 2022

Héroes olvidados

Esta serie de artículos no tiene otra finalidad que la de rescatar del olvido a personajes históricos e influyentes, empero poco valorados en las aulas de clases y que tuvieron un rol determinante en el curso de los hechos, sin embargo, por diferentes motivos, fueron borrados o relegados de su real papel en los anales de esta nación que se llama Chile.

Les prometo que serán cortos con el fin que se interesen en aprender acerca de estas personas que vivieron en el pasado y que su sacrificio forjó los destinos de este país, pero por la baja estofa de sus oponentes y la total ausencia de honor, vilipendiaron y ensuciaron sus imágenes o sencillamente los borraron de los libros de historia, con la esperanza que las futuras generaciones no los conocieran o, mejor aún, despreciaran.

Patas para arriba

En efecto, durante la conquista los buenos son Pedro de Valdivia o Inés de Suárez y no Levtraru o Michimalongo... o al menos así lo cuentan en las clases de historia... Arreciaba la guerra por la independencia, el más apto para dirigirla era José Miguel Carrera, pero como el hombrón era libre pensador y por ello díscolo, lo hicieron a un lado, tildándolo de traidor y al tiempo que lo fusilaban, le entregaban el mando a un inepto O'Higgins... 

Todos los textos hablan de Manuel Bulnes, pero ninguno de Ramón Freire... simplemente porque este último proponía un país organizado como una federación con autonomía, pero bajo una sola soberanía, industrializado y con un Pueblo educado, mientras el otro, prefería lo mismo que la mayoría de los aristócratas, es decir, casi un feudo con vasallos obedientes y trabajadores, siempre motivados por un fusil incrustado en el trasero o mejor aún volver a la encomienda...

Desacreditaron y retorcieron las figuras históricas de José Manuel Balmaceda o Francisco Bilbao con mentiras y ocultamiento de la verdad, pues sus ideas ponían en peligro los privilegios de una aristocracia mediocre y sin nobleza, debido a que promovían nacionalizar una riqueza natural ganada gracias al sacrificio del roto chileno, el primero y, separar a la iglesia del estado como una forma de garantizar un estado pluralista; ocupado en todos sus ciudadanos e influenciado por la ciencia y el sentido común y no por la religión ni las supersticiones, el segundo...

Mariano Egaña o Manuel de Salas son conocidos por ser el nombre de una calle y de un colegio... sin embargo, todos conocen a Diego Portales y lo ubican como uno de los padres del sistema de gobierno conocido como la República portaliana, pero pocos saben que solo pudo imponer sus arribistas y militarizadas ideas gracias a que siempre tuvo la cualidad de estar donde más calienta el sol, eligiendo el bando con más recursos y armas y que a la postre a fuego, sangre y balas, convenció al resto que sus ideas eran las mejores...

Recordar las verdaderas razones por las que Chile se inmiscuyó e inició la Guerra del Pacífico y el real papel de parte de la aristocracia criolla liderada por Agustín Edwards y su Mercurio de Valparaíso; los gobiernos de Aníbal Pinto y su predecesor, Federico Errázuriz Zañartu y los ingleses dueños de las salitreras, los trenes y puertos, en una de las jugadas estratégicas más brillantes, pero ajenas a todo honor que se han cometido por estos lares...

O por qué la guardia de palacio ingresó al congreso y obligó a los parlamentarios a legislar aquella vez que nacieron a la luz las primeras leyes laborales del país... En el colegio no te cuentan que en medio de las leyes favorables a los trabajadores, había una que no tenía nada que ver. Ese cuerpo legal diferente consistía en mejoras a las condiciones de los mandos medios de la milicia... Entonces... la famosa desenvainada no tuvo otro fin que mejorar las pensiones de los uniformados y solo gracias a la astucia de Alessandri, pasaron coladas las otras dos normas en una suerte de paquete pague uno y lleve tres...

En fin, de esta manera hablaremos lo más sucintamente de las siguientes personas:

Clotario Blest

José Miguel Carrera Verdugo 

Ramón Freire y Serrano

Francisco Bilbao Barquin

José Manuel Balmaceda Fernández

Manuel de Salas y Corbalán

José Miguel Infante y Rojas  

Pedro Abelino Aguirre Cerda

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Yo opino... decía el entrañable Chapulín Colorado

Cháchara y rollos de C Salvo

Este espacio, o sea, Un día en la ciudad, tiene la esperanza de algún día parecerse a una columna de opinión donde espero poder continuar:
  • Tratando los temas que me interesan, y
  • Dejando testimonio de lo que alguna vez pensé sobre esto o aquello... (oigan, he cambiado harto desde que empecé hace 13 años {no corridos} en esto)
En fin, no pretendo molestar a nadie, pero si pasa... lo lamento... Y... de verdad, gracias por leerme... ;-)

... Un momento enano, como decía Pedro Picapiedra, antes del fin, necesito decir que el nombre de este blog es de autoría de Iván Muñoz, el Tutito, amigo de mil batallas perrunas en las lides de la Gloriosa Población San Joaquín en nuestros ya idos, pero con cariño recordados, años mozos.

Dicho esto... ahí van... :-)

 

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